El oso polar u oso blanco (Ursus maritimus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos (Ursidae). Junto con su pariente, el oso Kodiak (Ursus arctos middendorffi), es uno de los carnívoros terrestres más grandes de la Tierra. Vive en el medio polar y zonas heladas del hemisferio norte. Es el único superdepredador del Ártico.

Un macho adulto pesa entre 350 y 700 kg, mientras que una hembra adulta, tiene aproximadamente la mitad de ese tamaño, sin embargo, en el tiempo en el que acumulan grasa antes de dar a luz, pueden pesar entre 350 y 500 kg. El mayor oso polar del que se tiene constancia, que al parecer pesaba 1002 kg, fue un macho abatido en Kotzebue Sound, en el noroeste de Alaska, en 1960.

Esta especie es la más carnívora de todos los osos, aunque ingieren una parte ínfima de vegetales durante el verano ártico en la tundra. Nadan con facilidad (a veces cientos de kilómetros), pero capturan a sus presas en tierra o sobre el hielo, siendo los depredadores dominantes de su hábitat. Las focas y otros mamíferos marinos, como la beluga, son capturadas cuando abren agujeros en el hielo para respirar.

Más raramente se acercan a las colonias reproductivas de morsas, donde capturan ejemplares jóvenes, o a las zonas de anidación de aves marinas, como los araos.

El oso polar tiene un sentido del olfato extremadamente bien desarrollado. Por ejemplo, puede detectar focas a casi 1,6 kilómetros y enterradas bajo 1 metro de nieve.

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