Un arúspice era un adivino etrusco que examinaba las entrañas de un animal sacrificado para obtener presagios en cuanto al futuro. Esta disciplina se llamaba aruspicina.

La aruspicina era una disciplina adivinatoria propia del pueblo etrusco, pero no exclusiva de él, y pasó a través de ellos a los romanos. Según los etruscos fue revelada por su dios Tages y se contenía en unos libros sobre adivinanza por examen de vísceras e interpretación de señales de rayos y truenos.

Los arúspices de Etruria fueron consultados en privado durante toda la República y el Imperio Romano. El Senado romano tenía a la «disciplina etrusca» en gran consideración y consultaba a los arúspices antes de tomar una decisión.

La evidencia más temprana de una cultura que es identificable como etrusca data de alrededor del 900 a. C. Este es el período de la cultura Villanovense de la Edad de Hierro, considerada la fase más temprana de la civilización etrusca, que se desarrolló a partir de la anterior cultura proto-villanovense de finales de la Edad de Bronce en la misma región.

La civilización etrusca perduró hasta que fue asimilada en la sociedad romana. La asimilación comenzó a finales del siglo IV a. C. como resultado de las guerras romano-etruscas. se aceleró con la concesión de la ciudadanía romana en el 90 a. C., y se completó en el 27 a. C., cuando el territorio de los etruscos se incorporó al recién establecido Imperio Romano.

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