Durante el siglo I a.C., se construyó una fortaleza militar romana conocida como Emona o Aemona (abreviatura de Colonia Iulia Aemona) en el sitio de la actual Liubliana (Eslovenia), en el área del río Ljubljanica.

La ciudad estaba fortificada, tenía una población de 5000 a 6000 habitantes, en su mayoría comerciantes y artesanos, y también era un importante centro paleocristiano con su propia diosa, Equrna.

Emona era la ciudad más oriental de la región, aunque se suponía que formaba parte de Panonia, los hallazgos arqueológicos de 2008 demostraron lo contrario. Desde finales del siglo IV hasta finales del siglo VI, fue la sede de un obispado que tuvo contactos con el círculo eclesiástico de Milán, reflejado en la arquitectura del complejo paleocristiano en la calle Erjavec en la actual Liubliana.

Los hunos la atacaron durante su campaña del 452, luego vinieron las incursiones de los ávaros y eslavos. El antiguo cementerio de Dravlje indica que los habitantes originales y los invasores pudieron vivir en paz uno al lado del otro durante varias décadas.

Después de la primera mitad del siglo VI, no quedaba vida en Emona. La élite del renacimiento de Liubliana del siglo XVIII compartió el interés por la antigüedad con el resto de Europa, atribuyendo la fundación de Liubliana al mítico "Jason y los Argonautas".

Otras ciudades romanas antiguas ubicadas en la actual Eslovenia incluyen Nauportus (Vrhnika ), Celeia (Celje), Neviodunum (Drnovo) y Poetovio (Ptuj).

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