Con apenas dos km² de extensión y unos 69 000 habitantes, el Principado de Mónaco es conocido por ser el segundo país más pequeño del mundo, después de El Vaticano. Rodeado por Francia y a orillas del Mar Mediterráneo, es un centro financiero y turístico.

Mónaco es uno de los seis micro-Estados europeos. Se encuentra sobre un promontorio de la Costa Azul, y su relieve, accidentado, escabroso y rocoso, está formado por las últimas de los Alpes. El punto más alto es Mont Agel, 140 msnm. Su territorio está prácticamente urbanizado en su totalidad, pero comprende de numerosos espacios verdes.

Mónaco era un principado italiano, y estuvo ligado a Italia, y a España como protectorado por un siglo (de 1524 a 1624, cuando la guarnición española fue expulsada), hasta la invasión y anexión francesa del condado de Niza en 1860; hasta entonces, la lengua oficial era la lengua italiana. La lengua monegasca es una variante del idioma ligur.

El Principado ha tenido éxito en diversificar sus servicios y en crear industrias pequeñas, de alto valor añadido, y no contaminantes. El estado no tiene impuesto sobre la renta y los impuestos comerciales son bajos lo que estimula su desarrollo como un paraíso fiscal, tanto para las personas que han establecido su residencia y como para las empresas extranjeras que han creado empresas y oficinas. El Estado mantiene monopolios en el tabaco, la red telefónica y el servicio postal. Tiene el PIB por cápita más alto de todo el mundo.

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