El oso panda, Ailuropoda melanoleuca, es un mamífero omnívoro caracterizado por su coloración en blanco y negro y su afición al bambú. Hacen falta 12,5 kilos del mismo para cubrir sus necesidades alimenticias diarias.

Los osos panda sólo se encuentran en estado salvaje en remotas regiones montañosas del centro de China. Allí las elevadas plantaciones de bambú son frescas y húmedas. En verano pueden ascender hasta los 4000 metros de altitud para buscar su alimento en las laderas más alta.

Las orejas, la nariz, el pelo alrededor de los ojos, los hombros y los miembros son oscuros. La cara, el vientre y el lomo son blancos. Las orejas son ovaladas y erectas. La pata del panda, con cinco dedos, presenta un "sexto dedo" a manera de un pulgar. Su expectativa de vida es de unos 12 años.

Los pandas gigantes son animales solitarios. Tienen un sentido del olfato muy desarrollado, que los machos emplean para evitarse entre sí y para encontrar una hembra con la que aparearse en primavera. Tras un embarazo de cinco meses, la hembra da a luz a un único cachorro o a gemelos, aunque en este caso no es capaz de cuidar de los dos.

Los pequeños pesan entre 80 y 150 g al nacer y no pueden gatear hasta cumplidos los tres meses. Un panda adulto puede llegar a pesar hasta 150 kg.

Nacen ciegos y de color totalmente blanco; sólo más tarde su pelo toma las tonalidades que lo hacen tan atractivo

Únicamente quedan unos 1800 pandas gigantes en libertad y otros 100 que viven en zoos.

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