A poco más de 1000 km al sur del cabo de Hornos, hay un lugar en el océano Antártico donde se fragua una batalla entre el hielo antártico y el fuego volcánico. El choque frontal de fuerzas opuestas de la naturaleza dio como resultado un volcán al que los humanos equivocadamente le dieron forma y nombre de isla.

El error es culpa de una traducción fallida de la palabra inglesa deception, cuyo significado es "engaño" y no "decepción". Fue el cazador de focas y cazador de fortunas Nathan Palmer quien bautizó la isla con este nombre, tras descubrir que su engañosa apariencia de isla normal escondía un volcán con forma de herradura, una caldera inundada en su interior y un estrecho canal por donde el mar y el viento circulaban con total libertad.

Es un volcán activo situado en un punto caliente de la corteza terrestre, que emerge en el océano Antártico desde más de 1500 m de profundidad. La aparentemente desolada isla posee una estructura geológica compleja y ha tenido en el pasado una vida muy agitada, en la que un a treintena de cráteres volcánicos han vomitado millones de toneladas de lava en los últimos 100 años. Su altitud máxima es el monte Pond.

Su forma casi circular tan reconocible en un mapa ha sido un imán demasiado atractivo para los barcos a lo largo de la historia al cumplir a las mil maravillas con las funciones de refugio natural contra tormentas e icebergs. Decepción crea en su interior un microclima que le proporciona una suavización de la temperatura.

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