Frédéric François (1810-1849) fue un compositor y virtuoso pianista franco-polaco,​considerado uno de los más importantes de la historia y uno de los mayores representantes del Romanticismo musical.

Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt, representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.

Se inició en el estudio del piano a los cuatro años y a los ocho ya ofrecía un concierto privado en Varsovia. A partir de 1831 vivió en París, donde trabajó como profesor, pianista y compositor. Entre su círculo de amistades se encuentran Liszt, Berlioz, Rossini, Bellini o Mendelssohn.

En 1838 cayó enfermó de tuberculosis y se trasladó junto a George Sand a la isla de Mallorca buscando un clima reparador: no pudo ser, les tocó un invierno lluvioso y frío. De Mallorca Sand dejó "Un invierno en Mallorca", y Chopin sus "Preludios". Allí, en la cartuja de Valldemosa, Sand lo atendió en su enfermedad hasta que las continuas disputas entre los dos condujeron a su ruptura el año 1847.

Entre sus obras destacan: "Nocturnos"; "Estudio Op. 10, No. 12 in Do menor, el estudio revolucionario"; "Preludio, Op. 28, No. 15. La gota de Lluvia" y "Concierto para Piano".

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