El Éufrates es un gran río de Asia Occidental, el más occidental de los dos grandes ríos que definen Mesopotamia, junto con el Tigris.

El río Éufrates nace en Turquía y sus aguas recorren parte de los territorios de Turquía, Siria e Irak. Tiene una longitud de 2 780 km, de los cuales 526 transcurren por suelo turco, 604 por Siria y 1 159 corresponden al recorrido por Irak. Su desembocadura se realiza en el golfo Pérsico tras unirse con el Tigris para formar el río Shatt al-Arab.

Con un caudal de 356 m³/s, el Éufrates no tiene un caudal muy abundante en relación al tamaño de su cuenca. Esto se explica porque discurre por zonas áridas y desérticas donde se realiza una intensiva labor de aprovechamiento hídrico. Entre ellas, las presas son una de las infraestructuras hídricas son especialmente abundantes en su recorrido por Turquía.

La amenaza de que el río Éufrates se seque es uno de los grandes temores de las comunidades de Oriente Medio. Especialmente para Irak, que está situada al final del recorrido del río, tras pasar éste por Turquía y Siria. Pero la escasez de agua no es algo nuevo. La irrigación ya azotó a Sippar, Uruk o Eridu, algunas de las primeras ciudades de Mesopotamia que se asentaron a lo largo del río Éufrates hace más de 5 000 años.

En verano, ofrece refugio a los pastores trashumantes que durante el invierno emprenden sus largos viajes con sus rebaños a cuestas, en busca de los pastos más fértiles del llamado desierto de Sham, junto a Palmira.

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