Alfonso X de Castilla, llamado el Sabio (1221-1284) fue rey de Castilla y de León entre 1252-1284.

Alfonso X el Sabio impulsó la Reconquista tomando plazas como Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz y repobló Murcia y la Baja Andalucía. Hizo frente a una sublevación de los musulmanes de sus reinos, promovida por los reyes de Granada y Túnez.

Su reinado destacó sobre todo en el orden cultural. Se le considera el fundador de la prosa castellana; puede datarse en su época la adopción del castellano como lengua oficial. En Toledo quedó ubicada la Escuela de Traductores de Toledo.

Era hijo de Beatriz de Suabia, circunstancia que le hizo aspirar a la coronación imperial de Alemania, logrando la elección en 1257 con el apoyo de Sajonia, Brandeburgo, Bohemia y varias ciudades italianas.

La oposición del papa hizo fracasar el empeño en el que triunfó Rodolfo de Habsburgo, renunciando Alfonso en 1276. Este llamado "fecho del Imperio" fue muy impopular en Castilla, pues exigió dinero y hombres que, unidos a los gastos de la corte y a las continuas guerras, crearon dificultades financieras que obligaron a reducir la ley de la moneda y a crear nuevos impuestos.

Durante una de sus ausencias por el asunto del Imperio, los benimerines de Marruecos desembarcaron en Algeciras; en la lucha contra aquella campaña murió el infante Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso y heredero del trono, antes de que su hermano Sancho consiguiera rechazar a los musulmanes.

Más información: es.wikipedia.org