El astrágalo es un elemento óseo que forma parte del esqueleto del pie. Está caracterizado por ser de corto tamaño y por tener la porción superior plana. Se encuentra unido a los otros elementos del tarso formando la articulación astragalocalcánea y la astragaloescafoidea.

Anatómicamente está formado por cabeza, cuello, cresta y diferentes carillas que hacen que este elemento se convierta en único e importante. A diferencia de la mayoría de los huesos, presenta una irrigación sanguínea en sentido retrógrado, de distal a proximal.

La palabra astrágalo tiene como origen el latín y el griego. Y de acuerdo a estas dos raíces el vocablo “Astragalus” significa “huesecillo” y “vértebra”.

Está localizado en los miembros inferiores, específicamente en la parte distal (tobillo y pie), esta estructura además forma parte del tarso y se encuentra unido por su lado inferior al calcáneo y por su área delantera se fusiona con el escafoides.

El astrágalo es esencial para que la biomecánica del pie y del tobillo se pueda dar, ya que este hueso se une con diferentes elementos óseos del tarso y además se articula con la tibia y el peroné, formando así la articulación tibiotarsiana. También podemos encontrarnos que participa en:

- Movimientos de flexión, extensión, eversión e inversión del tobillo.

- Soportar el peso del cuerpo.

- Interviene en el equilibrio que se necesita para poder desplazarse de un lugar a otro.

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