La Ruta Maya consiste en el circuito de sitios arqueológicos de esta milenaria civilización centroamericana. En El Salvador existen todavía varias ciudades que hoy día evidencian el poder de la desaparecida cultura al lograr traspasar los siglos hasta la modernidad.

La primera parada de la Ruta Maya en El Salvador es Quelepa. Las ruinas mayas se encuentran rodeadas por un majestuoso río llamado San Esteban. En su tiempo, Quelepa fue habitado por el pueblo lenca, los cuales construyeron 40 estructuras. Durante la conquista, la selva le protegió de los expedicionarios.

Cihuatán es la segunda ciudad maya hallada en El Salvador. Ubicada a 36 kilómetros de San Salvador, y a 4 kilómetros de Aguilares. Cihuatán significa El Lugar de Las Mujeres. Pese al arduo trabajo exploratorio, aún Cihuatán no ha sido descubierta en su totalidad, pues restos de cerámicas encontradas señalan dos centros ceremoniales aún permanecen bajo el cobijo de la selva salvadoreña.

En tercer lugar se encuentra la Joya de Cerén, que fue accidentalmente descubierta en el año 1976.

Conocido por los mayas como ‘El lugar donde se consumen las almas’, Tazumal es una zona arqueológica de 10 kilómetros cuadrados. Tazumal resume un compendio de estructuras sofisticadas hechas en piedra y barro que fueron centro de la cultura maya hasta el año 1200 a.C. De hecho, Tazumal en sí constituye otro sistema de edificaciones arqueológicas junto a la Laguna Cuzcachapa, y Victoria.

Más información: www.joya.life