En la Biblia, Job no es un libro profético. Es un libro poético. Los libros proféticos se dividen en profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y Lamentaciones) y profetas menores (Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías).

Según la Biblia, un profeta es una persona que habla de parte de Dios. .La Biblia divide los libros proféticos en mayores y menores, por el tamaño de su obra y no por la importancia de su mensaje. La falta de orden cronológico suele causar confusiones de tipo histórico.

Los profetas eran personas llamadas por Dios para ser sus portavoces ante el pueblo, sobre todo en tiempo de crisis.

Su mensaje se conoce como profecía, usan muchos símbolos y metáforas, y escriben en variados géneros literarios entre los que se destacan gestas o hazañas, cartas, oraciones o plegarias, lamentaciones, oráculos, relatos de la vida y lenguaje apocalíptico.

Los profetas realizaron con valentía su misión y con frecuencia tenían problemas, pues su mensaje era duro, sobre todo para los poderosos y los dirigentes del pueblo:

El libro de Job es poético y es una de las piezas más antiguas de la Biblia. Tiene un mensaje revelador de la sabiduría de Dios y de la fe de Job quien perdió todas sus propiedades, su salud y sus hijos. Pero su fe en Dios es absoluta y al final Dios premia esa fe y le restaura todo lo que había perdido.

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