El contrabajo, o simplemente el bajo (y otros muchos nombres), es el instrumento de cuerda de arco más grande y grave de la orquesta sinfónica moderna.

Es un miembro habitual de la sección de cuerda de la orquesta, así como de la banda de concierto, y aparece en conciertos, solos y música de cámara en la música clásica occidental.

También se utiliza en otros géneros, como el jazz, el blues y el rock and roll de la década de 1950, el rockabilly, el psychobilly, la música country tradicional, el bluegrass, el tango y muchos tipos de música folclórica.

El sonido del contrabajo se produce por la vibración de las cuerdas al ser frotadas con un arco, aunque puede también producirse pulsándolas con las yemas de los dedos, al modo del bajo eléctrico o el tololoche, técnica que recibe el nombre de pizzicato o pellizco.

Se toca apoyándolo en el suelo igual que el violonchelo, pero a diferencia de aquel, que se toca sentado, el contrabajo se suele tocar de pie, dado su mayor tamaño.

El origen del contrabajo, el mayor miembro de la familia de la cuerda frotada, ha suscitado enardecidas discusiones entre los expertos. No existe unanimidad cuando se trata de decidir de qué instrumento deriva, aunque sí está claro que a partir del siglo XVIII adquirió entidad propia dentro del grupo de las cuerdas.

Más información: es.wikipedia.org