El río Rubicón es un río del nordeste de Italia que discurre por la provincia de Forlì-Cesena y desemboca en el mar Adriático.

En época de los romanos, señaló por un período (época tardorrepublicana, entre 202 a. C. y 27 a. C.) la frontera entre Italia, considerada parte integrante del territorio de Roma, y la provincia de la Galia Cisalpina y, por tanto, estaba prohibido que los generales lo cruzasen en armas.

En el contexto de la Segunda guerra civil de la República romana, Julio César recibió la noticia entre el 7 y el 14 de enero de 49 a. C. de la concesión de poderes excepcionales al emperador de Roma, Pompeyo (que equivalía a dictar la ley marcial). Desde el norte, César se dirigió hacia Roma y ordenó que un pequeño contingente de tropas cruzara la frontera hacia el sur y tomara la ciudad más cercana. Al anochecer, junto con la Legio XIII Gemina, César avanzó hasta el Rubicón, la frontera entre la provincia de la Galia Cisalpina e Italia y, tras un momento de duda, dio a sus legionarios la orden de cruzar el río. Algunas fuentes han sugerido que fue entonces cuando pronunció el famoso: «Alea iacta est» (la suerte está echada).

Pompeyo y otros dirigentes romanos acabaron huyendo por temor a las tropas de César.

A pesar de que este acto supuso quebrantar la ley, César jamás fue castigado, ya que como consecuencia de la guerra civil se convirtió en la máxima autoridad de Roma.

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