La red de niebla, también conocida como red japonesa o red de neblina, es un sistema para atrapar a los animales que vuelan, principalmente aves y murciélagos.

Los japoneses las utilizan desde hace trescientos años, y las conocen como Kasumi-ami. Probablemente proceden originalmente de China.

Tradicionalmente se confeccionaban a mano con seda o algodón, pero actualmente se fabrican de modo industrial, en nailon porque son más resistente. Suelen ser de color negro, porque es el más adaptable a ubicaciones variadas.

Las medidas son variables, siendo más comunes las de 6, 8 ó 12 metros de largo por unos 2 m de altura. Las dimensiones de las redes que se pueden adaptar al emplazamiento en que se deseen colocar y a la especie que se desee atrapar. Se colocan en posición vertical, con un palo en cada extremo, de modo que cuando están instaladas pueden recordar a una red de voleibol. Los palos no se clavan al suelo, sino que se sostienen con cuerdas o tensores que los mantienen fijos, con la red totalmente extendida.

Es posible colocar la red en posiciones alejadas del suelo; por ejemplo, en el dosel forestal de la selva, a gran altura. Para ello se suelen instalar poleas que permiten subirlas y bajarlas. Los mejores rendimientos se obtienen en condiciones de luz tenue y en ausencia de vientos, lluvias, nieve y otros fenómenos que delatan con mayor facilidad la presencia de las redes.

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