El balonmano, handball o hándbol, es un deporte de equipo en el que dos equipos de siete jugadores cada uno (seis jugadores de campo y un portero) se pasan un balón con las manos con el objetivo de lanzarlo a la portería del otro equipo. Un partido estándar consta de dos periodos de 30 minutos, y gana el equipo que marca más goles.

Se imponen sanciones a los jugadores, en formato progresivo, por faltas que requieren más castigo que un simple tiro libre. Las acciones dirigidas principalmente al adversario y no al balón (como alcanzar, sujetar, empujar, poner zancadillas y saltar hacia el adversario), así como el contacto lateral, por detrás de un jugador o la obstaculización del contraataque del adversario se consideran ilegales y están sujetas a sanción.

Cualquier infracción que impida una oportunidad clara de gol dará lugar a un tiro penal de siete metros. Normalmente, el árbitro mostrará una tarjeta amarilla de advertencia por una acción ilegal; pero, si el contacto fue especialmente peligroso, como golpear al adversario en la cabeza o la garganta, el árbitro puede renunciar a la advertencia y aplicar una suspensión inmediata de dos minutos.

Los jugadores son advertidos una vez antes de recibir una tarjeta amarilla; se arriesgan a recibir una tarjeta roja si sacan tres amarillas. Una tarjeta roja supone la expulsión del juego y una sanción de dos minutos para el equipo. Un jugador puede recibir una tarjeta roja directamente por penalizaciones especialmente bruscas.

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