El término "frágil" se utiliza para describir algo o alguien que es débil, delicado o susceptible de romperse o dañarse con facilidad. Este adjetivo se aplica a personas cuando se quiere destacar su vulnerabilidad, tanto física como emocional, señalando que son sensibles o no tienen una gran fortaleza.

En el contexto de una persona, alguien descrito como frágil podría tener una complexión delgada o parecer débil, y a menudo se asocia con la falta de resistencia ante las dificultades o desafíos. La fragilidad no solo se refiere al estado físico, sino también a la predisposición a verse afectado por situaciones estresantes o dolorosas, lo que refuerza la idea de delicadeza y vulnerabilidad en diversos aspectos de la vida.

Por otro lado, si alguien es de "sangre fría" se utiliza generalmente para describir a alguien que es calmado, tranquilo y que no muestra emociones fácilmente. No tiene relación con la debilidad física o emocional.

La palabra "fornido" se utiliza para describir a alguien que tiene una constitución fuerte, robusta y musculosa. Se asocia con personas que poseen una gran fortaleza física y que, por tanto, no serían vistas como débiles o delicadas.

Finalmente, "regordete" es un término que se utiliza para describir a alguien con una complexión redondeada o un poco más robusta de lo habitual, pero no implica ni fuerza ni debilidad directamente.

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