El latón es una aleación de cobre y zinc, en proporciones que pueden variar según las necesidades de cara a crear una variedad de tipos de latón con propiedades diversas. Según la norma DIN 1718, se denomina latón a toda aleación de cobre y zinc con una proporción del más del 50% de cobre en peso.

En frío, los lingotes obtenidos pueden transformarse en láminas de diferentes espesores, varillas o cortarse en tiras susceptibles de estirarse para fabricar alambres.

El latón tiene un color amarillo brillante, con gran parecido al oro y por eso se utiliza mucho en bisutería, así como en la fabricación de elementos decorativos. El color es más dorado cuanto mayor es el porcentaje de cobre.

Otras aplicaciones del latón abarcan los campos más diversos: desde el armamento, calderería, soldadura, hasta la fabricación de alambres, tubos de condensador, terminales eléctricos y también la elaboración de moneda, o la fabricación de instrumentos musicales de viento, lengüetas sonoras para armonios, acordeones y registros de lengüetería para órganos musicales.

El latón es conocido por el ser humano desde épocas prehistóricas, incluso antes de que el mismo zinc fuese descubierto. Entonces se producía mediante la mezcla de cobre con calamina, una fuente natural de zinc.

En las villas alemanas de Breinigerberg, un antiguo sitio romano, se descubrió donde existía una mina de calamina. Durante el proceso de mezclado, el zinc se extrae de la calamina y se mezcla con el cobre.

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