El cálculo infinitesimal, o simplemente cálculo, es una rama de las matemáticas que se ocupa del estudio de la variación y del movimiento. Permite observar y describir la realidad en términos dinámicos y se emplea en diversos campos tales como la física, la ingeniería, la economía o la estadística.

Su desarrollo como disciplina moderna surgió en el siglo XVII y se atribuye a dos grandes matemáticos: Isaac Newton y Gottfried Leibniz. Hasta entonces, las matemáticas tradicionales aportaban una visión estática de los diferentes elementos de la realidad a través de operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división): la innovación del cálculo radica en la incorporación de operaciones que permiten estudiar el movimiento o crecimiento de un elemento en el que actúan fuerzas de aceleración.

El cálculo infinitesimal se divide en dos áreas: cálculo diferencial y cálculo integral.

El cálculo diferencial determina el cambio del objeto según sus variables a través de derivadas. La derivada de una función es la pendiente de una línea en una gráfica, y se halla calculando la aceleración del elemento sobre un cierto recorrido.

Por otra parte, el cálculo integral supone el proceso contrario: nos permite calcular un cierto valor cuando conocemos su aceleración. Es decir, mientras que el cálculo diferencial se centra en una curva, el cálculo integral lo hace en el área o el espacio en que esta se encuentra.

Más información: www.superprof.es