Las infecciones de transmisión sexual (ITS) ―también conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS) o enfermedades venéreas― son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se transmiten de persona a persona, por medio del contacto producido, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales. Sin embargo, pueden transmitirse por uso de jeringas contaminadas o por contacto con la sangre u otras secreciones.

Algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo, durante el parto o la lactancia, desde la madre al hijo.

Las enfermedades sexuales más frecuentes son la clamidia, el herpes simple, la gonorrea, la sífilis, el papiloma humano y el VIH (SIDA).

Las pruebas para diagnóstico de ITS pueden aplicarse para buscar una sola de estas infecciones o bien incluir varias pruebas individuales para una amplia gama de ellas.Sin embargo, no existe ningún procedimiento que pueda aplicarse para detectar la presencia de absolutamente todos los agentes infecciosos posibles.​

Las tasas de incidencia de las ITS siguen siendo altas en la mayor parte del mundo, a pesar de los avances de diagnóstico y terapéuticos que pueden rápidamente curar a la mayoría. En muchas culturas, las costumbres sexuales cambiantes y el uso del anticonceptivo oral han eliminado las restricciones sexuales tradicionales, sin embargo, tanto los profesionales de la salud como los pacientes tienen dificultades para tratar abierta y sinceramente los problemas de este tipo.

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