El castillo Normando-Suevo o castillo de Bari (Castídde en barese), es uno de los símbolos de la ciudad de Bari, Italia, y una imponente fortaleza que se sitúa en el límite del casco histórico.

La fortificación medieval probablemente data de 1132. El edificio, ordenado construir por el rey normando Roger II, fue destruido en 1156 por los propios bareses que habían impulsado al rey Guillermo el Malo, y reconstruido en 1233, cuando el emperador Federico II ordenó su reedificación y fortalecimiento.

Tras sufrir numerosas transformaciones en época angevina y pasar a ser propiedad de Fernando de Aragón, fue donado a la familia de los Sforza, y poco después pasó a manos de la hija Bona, reina de Polonia, quien murió en 1557.

En la parte externa, destacan las torres de forma cuadrada, parte importante en el sistema defensivo del lugar, frente a los ataques provenientes del mar.

El museo del castillo organiza exposiciones temporales, y una permanente de esculturas y adornos confeccionados para la exposición de Turín en 1899 y otras muestras de carácter internacional.

En la actualidad, el castillo está rodeado por el antiguo foso, que discurre alrededor de tres lados, con excepción del lado septentrional, antiguamente bañado por el mar; aparte del foso está la muralla defensiva, de época aragonesa, con bastiones angulares en forma de lanza. La vista se aprecia por la tarde, gracias a la nueva iluminación artística, del ingeniero Antonio Vernole, inaugurada en 2008.

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