El 17 de agosto de 2005, José Néstor Pekerman le dio a Lionel Messi sus primeros minutos en la Selección Argentina. Fue en un amistoso ante Hungría en Budapest en etapa de preparación para el Mundial de Alemania 2006. Con 18 años, y la dorsal que representaba su edad, la Pulga ingresó a los 21 minutos de la segunda parte por Lisandro López.

Sin embargo, el debut del por entonces jugador de 18 años fue una pesadilla. Luego de 47 segundos, en donde había tenido contacto con la pelota tres veces, el jugador húngaro Vilmos Vanczák lo tomó de la camiseta y Messi, en su afán de sacarse la marca de encima, le extendió el brazo en el cuello del rival. El árbitro alemán Markus Merk, quien también era dentista, entendió esa jugada como una agresión del argentino y lo expulsó.

Messi saldría llorando de la cancha, visiblemente golpeado después de su fatídico estreno con la Albiceleste. El jugador no realizó declaraciones luego del encuentro, aunque en su retorno a Barcelona reconoció, lógicamente, que no fue el debut que esperaba.

Su debut como titular sería casi dos meses después, el 10 de octubre de 2005, cuando Argentina venció a Perú por las Eliminatorias Sudamericanas.

El mundo del fútbol hablaba de la nueva promesa argentina. Ya había debutado en el Barcelona y venía de ser la figura de Argentina en el Mundial Sub 20 de Holanda. Lionel Messi, si bien fue convocado por José Pékerman, se convocaba solo. Era el nacimiento de una auténtica estrella.

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