El seppuku, harakiri, haraquiri o hara-kiri (lit. «corte del vientre») es el ritual de suicidio japonés por desentrañamiento.

El código del samurái escrito por Yamamoto Tsumemoto en el siglo XVII decía: «El camino del samurái es la muerte». Con ello no se refería tan solo a la muerte del guerrero en combate, sino también a su deber de suicidarse antes que aceptar la rendición.

Aunque seguramente surgió con anterioridad, el primer caso documentado se remonta al siglo XII, concretamente a 1180, cuando el septuagenario samurái Minamoto no Yorimasa, al verse herido y acorralado al término de una batalla, se quitó la vida de ese modo.

En el Japón feudal, la decisión de suicidarse puede explicarse por el deseo de avanzarse a la muerte que esperaba a los prisioneros, que podía ser muy dolorosa (por ejemplo, se practicaba la crucifixión), y evitar la deshonra que ello suponía para el samurái y su clan.

Aun así, el suicidio era un recurso excepcional, pues no era raro que los samuráis derrotados pasaran a luchar bajo otra bandera si ello aseguraba la supervivencia de su linaje. Por otro lado, el seppuku obligatorio podía dictarse por un tribunal como una modalidad de pena de muerte para el samurái.

El harakiri o seppuku forma parte imprescindible de la historia de los 47 rōnin, suceso real a principios del período Edo (1603-1868), que posteriormente fue narrado en la obra literaria medieval más importante de Japón, e inmortalizada mediante el kabuki (forma de teatro tradicional).

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