Las amígdalas palatinas son dos masas carnosas situadas al fondo de la cavidad bucal, a ambos lados de la faringe. Son ovales, y pueden observarse a simple vista por ser una gran acumulación de tejido linfoide, es decir, contienen muchas células que producen anticuerpos útiles contra ciertas infecciones. Tienen, por tanto, una función defensiva, pues protegen a la mucosa respiratoria y digestiva de agresiones externas causadas por microbios patógenos.

La amigdalitis es la inflamación de una o de las dos amígdalas palatinas, frecuentemente debido a una infección bacteriana o vírica. También se la conoce como "anginas", que es una expresión coloquial comúnmente aceptada.

El término amigdalitis, proviene de latín "amygdăla" (almendra), y este del griego "ἀμυγδάλη". En realidad, podría hacer referencia a la inflamación de cualquier amígdala "linfática", aunque, en este caso, aplica de forma restringida solo a la inflamación de las amígdalas palatinas.

Otra forma de referirse a esta afección es mediante la palabra "tonsilitis", ya que las amígdalas palatinas pueden nombrarse más brevemente como "tonsilas", lo cual procede del latín "tonsillae". Esta forma, además, está presente en otros idiomas, a saber: "tonsillitis" en inglés y alemán; "tonsillite" en italiano; o "tonsilite" en portugués, donde también es frecuente el término "amigdalite".

En la práctica médica los términos amigdalitis aguda, faringitis aguda y faringoamigdalitis aguda son utilizados indistintamente.

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