A poco más de 2 km de Luxor, Karnak es un pequeño pueblo en la orilla derecha del Nilo donde se levanta una auténtica ciudad santa consagrada al culto de Amón-Ra. Se trata de un complejo de templos, cuya construcción se inició con la XVIII Dinastía y continuó hasta la época ptolemaica. Cuenta con tres recintos sagrados, pero el principal, el gran templo dedicado a Amón, se encuentra en el centro del complejo.

La fama que ha adquirido este centro se debe a que fue la sede del principal templo de Amón y al hecho de ser el enclave arqueológico más rico y amplio de todo el Antiguo Egipto. La joya es el templo de Amón que en su origen, XII Dinastía, era un templo de dimensiones modestas, con los sucesivos añadidos hechos por los emperadores del Reino Nuevo alcanzó dimensiones gigantescas.

Las obras del templo se iniciaron hace más de cuatro mil años. Su artífice fue Intef, II, que quería dotar a Tebas de un gran templo dedicado al culto de su dios principal, Amón. Durante los siguientes dos mil años, decenas de faraones fueron creando y remodelando ese lugar sagrado. La imagen de Amón se guardaba en el sanctasanctórum, y cuando salía de él para participar en procesiones lo hacía en su barca llamada Userhat.

La mayor contribución a la configuración definitiva del templo se produjo bajo el gobierno de Ramsés II, que hizo decorar la gran sala hipóstila, iniciada por su padre Seti I: el magnífico bosque de 134 columnas con forma de brote de papiro es obra suya.

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