El típico juego de naipes llamado truco, en la variante argentina, establece un valor a las cartas, desde el poderoso as (ancho) de espadas, el as de basto, el siete de espada, el siete de oro, los tres, los dos, hasta los dos unos, el de copa y oro que permiten ganarles a las negras (rey, caballo y sota), y los 4, 5 y 6 de los otros palos que son los menos valiosos. Si bien el truco es un simple juego donde interviene o no el azar, según quien lo diga, si se caracteriza por el ingenio y la picardía.

La popularidad del juego ha hecho que expresiones truqueras se colaran en el vocabulario cotidiano, como "los de afuera son de palo", "irse al mazo", "paso y quiero", "contar los porotos", "retrucar", y "4 de copas". Un cuatro de copas, según el estricto ordenamiento jerárquico truquero, es un no vale nada, una insignificancia, un ninguneo, lo más bajo, una incomodidad, una perdida de tiempo. Sin embargo, un 4 de copas puede resultar muy valioso en el "envido", lo que puede determinar el rumbo de una partida.

Originario de la Comunidad de las Islas Baleares, España, el truco está muy difundido en América del Sur (Venezuela, Argentina, Paraguay, Uruguay, sur de Chile, Brasil), Italia (en Piamonte, Lombardía y Liguria), aunque cada lugar presenta distintas variantes de reglamento.

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