El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), utilizado frecuentemente como antifebril, analgésico y antiinflamatorio. Se utiliza para el alivio sintomático de la fiebre, dolor de cabeza (cefalea), dolor dental (odontalgia), dolor muscular o mialgia, molestias de la menstruación (dismenorrea), dolor neurológico de carácter leve o moderado y dolor postquirúrgico.

También se usa para tratar cuadros inflamatorios, como los que se presentan en artritis, artritis reumatoide (AR), hinchazón muscular, dolor de garganta y artritis gotosa. Es usado en ocasiones para tratar el acné debido a sus propiedades antiinflamatorias y ha sido expendido en Japón en forma tópica para acné de adultos.

Como todos los medicamentos, puede tener efectos secundarios, los más comunes son la acidez y el sarpullido. También puede empeorar el asma. Aunque no está claro si es seguro en el comienzo del embarazo, parece ser perjudicial en etapas posteriores del embarazo y por lo tanto no se recomienda.

El ibuprofeno fue desarrollado por la división de investigación de Boots Group durante los años 60.​ Fue descubierto por el español Antonio Ribera Blancafort, becado en el Boots Group, que logró diseñar la estructura química de esa molécula. Posteriormente, Stewart Adams, John Nicholson, Jeff Bruce Wilson, Andrew RM Dunlop y Colin Burrows lograron sintetizarlo, y fue patentado en 1961.

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