El hachinoko (larvas de abeja y avispa) es un manjar popular en la prefectura de Nagano, en el centro de Japón. Una vez recogidas de sus panales, se cocinan en una clásica combinación de salsa de soja y azúcar. Se obtiene así un aperitivo ligeramente dulce y desmenuzable para picar entre horas.

Omachi, una ciudad de Nagano, es especialmente famosa por sus galletas hechas con un tipo de avispa llamada "avispa excavadora". Conocidas localmente como "jibachi senbei", hacen las delicias de los ancianos, que han formado un club de admiradores de estas golosinas.

Se dice que el difunto emperador Hirohito solía disfrutar comiendo avispas fritas servidas tradicionalmente con arroz hervido sazonado con azúcar y salsa de soja.

Los defensores de comer insectos dicen que los insectos son una excelente fuente de proteínas y vitaminas, y que además comerlos es mejor para el medio ambiente que comer animales.

Es importante destacar también que el consumo de larvas de abeja crudas o mal cocidas puede representar un riesgo para la salud, ya que pueden contener bacterias y parásitos. Por lo tanto, se recomienda que este plato sea preparado y servido adecuadamente para garantizar su seguridad alimentaria.

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