¿Cómo se salvaron los argonautas del hechizo de las sirenas, según la mitología griega?
Las sirenas han sido personajes famosos de la mitología por ser mujeres hermosas que seducen a los hombres con sus hermosas voces para guiarlos a su perdición. En la mitología griega, las sirenas eran mujeres con cuerpo de pájaro parecidas a las arpías. Hijas del dios río Aqueloo y de la musa de la poesía Calíope, se comenta que eran tres, cinco y hasta ocho.
Se las describe como bellas mujeres con cola de pez que hechizan con sus cantos, aunque anteriormente se las describía con alas. Según la leyenda, eran fieles compañeras de Perséfone, pero cuando ésta fue raptada por Hades, no pudieron salvarla y como castigo la diosa Deméter, madre de Perséfone, las convirtió en estas criaturas híbridas por no haber cuidado bien de su hija.
Las sirenas vivían en la isla de Artemisa, donde descansaban los restos de los marineros que habían sido atraídos por sus cantos, los cuales anunciaban engañosamente los placeres del mundo subterráneo.
La literatura les confirió un lugar especial, comenzando con la leyenda de Jasón y los Argonautas, quienes pudieron eludir el engaño de las sirenas gracias a la habilidad de Orfeo. Éste logró cubrir la melodía con su propia música y su canto y así distraer a los Argonautas.
En la Odisea de Homero, Ulises tapó los oídos de toda su tripulación con cera y se hizo atar a un mástil para no poder arrojarse a las aguas al oír su música. Él sabía que si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas, una de las sirenas debería morir.
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