La palabra «gemelo» —junto a «mellizo» y «géminis»— deriva de la expresión latina gemellus (diminutivo de geminus) la cual significa ‘nacido al mismo tiempo’; que a la vez es relacionada con la raíz indoeuropea yem-.

«Gemelo» y «mellizo» solían tener un significado similar, y aún pueden considerase sinónimos, aunque la Real Academia, en la edición 23 del Diccionario de la Lengua Española, ya reconoce cierta distinción entre ellas.

La palabra «gemelos» es utilizada para referirse a aquellos individuos cuya concepción ocurre a partir de la división de un mismo cigoto y son idénticos y del mismo sexo,​ mientras que la palabra «mellizos» hace alusión a aquellos embriones que provienen de la fertilización lograda entre gametos distintos​ y pueden ser de diferentes sexos.

En resumen, la principal diferencia entre mellizos y gemelos radica en su origen genético: los mellizos provienen de dos óvulos fertilizados por dos espermatozoides diferentes, mientras que los gemelos provienen de un solo óvulo fertilizado que se divide en dos embriones separados. Esta distinción genética se refleja en las diferencias en las características físicas y en el hecho de que los mellizos pueden ser de diferente sexo, mientras que los gemelos idénticos son siempre del mismo sexo.

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