Las ballenas son mamíferos marinos que pertenecen al grupo de los cetáceos y se dividen en dos subórdenes: ballenas dentadas (u odontocetos) y ballenas barbadas. Su sistema de alimentación varía según la especie.

Los odontocetos, como los cachalotes y los delfines, tienen dientes afilados y se alimentan de presas vivas, como peces y calamares. A menudo cazan en grupos y utilizan técnicas de caza complejas y cooperativas para atrapar a sus presas.

Por otro lado, las ballenas barbadas, como las ballenas jorobadas y las ballenas azules, tienen barbas en lugar de dientes y se alimentan de pequeños crustáceos llamados krill.

Las barbas cuelgan del maxilar superior (como nuestros dientes). Se trata de una serie de fibras que podemos comparar con las cerdas de un cepillo. Cuando encuentran comida, estos animales abren sus enormes mandíbulas y tanto el alimento como el agua entra en su boca. Después, empujan la lengua contra el paladar, desde la parte posterior hasta la boca, mientras mantienen la boca casi cerrada.

Así, gracias a la presencia de las barbas, consiguen que el agua salga hacia el exterior, quedando el alimento retenido en la cavidad bucal. Por último, tragan el alimento y también otras sustancias residuales que puedan existir en el océano, como los plásticos.

Las ballenas son animales enormes que pueden consumir grandes cantidades de alimento en un solo día. Se ha informado que una ballena azul puede consumir alrededor de 16 toneladas de plancton al día.

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