De acuerdo con la Biblia, Santiago era hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano mayor del apóstol Juan. Los Evangelios se refieren a él como "el Mayor", para diferenciarlo del otro Apóstol Santiago, Santiago Alfeo o Santiago " el Menor".

La Biblia se refiere al Apóstol Santiago con el nombre de Jacobo, procedente del hebreo Ya’akov, que pasó al latín como Iacobus, derivando en una gran diversidad de nombres propios en las distintas lenguas europeas al extenderse el cristianismo. La variante Santiago surgió como evolución de la composición Sanctus Iacobus.

Algunas interpretaciones señalan además que Salomé era hermana de María, lo que convierte a Santiago y Juan en primos de Jesús. Esto explicaría el atrevimiento de Salomé al solicitarle a Jesús que los dos hermanos se sentasen junto a él en el Paraíso, así como que Juan quedase a cargo de María tras la muerte de Jesús.

Fue uno de los tres discípulos más cercanos a Jesucristo; no solo estuvo presente en dos de los momentos más importantes de la vida del Mesías cristiano -la transfiguración en el monte Tabor y la oración en el huerto de los Olivos-, sino que también formó parte del grupo restringido que fue testigo de su último milagro, su aparición ya resucitado a orillas del lago de Tiberíades.

Tras la muerte de Cristo, Santiago formó parte del grupo inicial de la Iglesia primitiva de Jerusalén y, en su labor evangelizadora, se le adjudicó, según las tradiciones medievales, el territorio peninsular español.

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