Las naves de guerra empleadas en la batalla de Salamina fueron los trirremes, de unos 40 metros de longitud y unos 6 de amplitud. Eran capaces de navegar a gran velocidad, muy manejables y con un espolón que permitía perforar la quilla de las naves enemigas.

En el año 480 a.C. sucedió la batalla de Salamina entre el Imperio Persa y los estados Griegos. El resultado fue una gran victoria de Grecia pese a que los Persas de Jerjes I disponían de muchos más barcos, en parte debido al eficaz uso que hacían de sus trirremes.

Estos barcos, evolución del modelo de las pentecónteras, tenían a cada lado tres filas de remadores, de los que tomaba el nombre.

Las trirremes fueron las barcos de guerra más usados en la antigüedad entre los siglos VII y IV a.C. cuyo origen fue en Corinto, Grecia. Entre sus principales características estaban en la distribución de los remos. Tenían 3 filas de remeros, el término trirreme proviene del latín y significa “3 remos”, unos 170 remeros y un gran espolón en la proa del barco que usaban para embestir a otras embarcaciones.

Según las distribución de los remos encontrábamos los diversos barcos de guerra: birreme, 2 filas; trirreme,3; cuatrirreme, 4 y quinquerreme, 5. Las construcciones fueron aumentando el tamaño de los barcos y las dotaciones de los barcos, sin embargo perdían la velocidad y maniobrabilidad de la que gozaban las trirremes.

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