Las picaduras de las abejas son cuando menos muy dolorosas y en algunos casos, cuando la persona es alérgica, puede llegar a provocar graves problemas de salud o incluso la muerte. Pero son casos excepcionales. Aún así, podemos entender el peligro que representan las abejas para cualquier persona.

Sin embargo, algunas personas desarrollan un miedo irracional hacia estos insectos, lo que les provoca un tremendo malestar y ansiedad ante su presencia. El simple sonido de un zumbido puede provocar un estado de pánico y un miedo tan intenso que la persona desea abandonar el lugar de inmediato fruto de los pensamientos irracionales. Este miedo extremo e irreal se conoce como apifobia.

La palabra apifobia proviene del latín, pues "apis" que significa abejas; y del griego, “phobos” se traduce como miedo. Esta fobia también se conoce como melisofobia, pues abeja en griego es “melissa”.

Los síntomas de la apifobia son los mismos de la ansiedad. El nerviosismo inicial, la sudoración excesiva, la sensación de ahoga, el hormigueo en las extremidades, las palpitaciones o incluso el ataque de pánico si una o varias abejas se acercan demasiado a ti. Y en todo momento están esas ganas de huir y alejarte del estímulo que te provoca el miedo.

Como ocurre con todos los tipos de fobias, un suceso impactante puede ser motivo suficiente para desarrollar el miedo irracional a ese estímulo.

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