La Gnomónica es una ciencia que se utiliza en el diseño y construcción de los relojes de sol, así como en cartografía a partir de del empleo de sus proyecciones.

La gnomónica ha estado siempre unida por un lado al concepto de medida del tiempo y por otro lado a la idea de aplicación cartográfica de representación en mapas terrestres, aunque se supone que el primero en emplear este tipo de proyección fue el físico griego Tales de Mileto para construir mapas estelares.

Algunos mapas terrestres del año 1803 emplearon esta proyección sobre los seis planos tangentes a una esfera (que forman un cubo). Se empleó sobre todo en los siglos XVI y también a mediados del siglo XX en la proyección de la superficie terrestre sobre las caras de diferentes poliedros.

Hubo un momento en la historia de la relojería en el que los relojes de sol tuvieron una gran relevancia debido a que eran los únicos instrumentos capaces de dar la hora con precisión suficiente como para regular la vida cotidiana de los hombres. Por esta razón la gnomónica se consideraba una ciencia con aporte de valor a las costumbres de la sociedad.

Tras el decaimiento de la gnomónica debido a la exitosa evolución de la relojería mecánica en el siglo XVII se puede decir que se llegó a olvidar por completo hasta que a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX se descubrieran los hallazgos arqueológicos del Etna y aparecieran tantos relojes de sol que se empezara a despertar la curiosidad de los científicos.

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