Protusión es el proceso y el resultado de protruir. Este verbo se refiere a la acción que realiza un órgano cuando sobresale de su ubicación normal o se mueve más allá de sus límites, ya sea por una causa propia de la naturaleza o por algún tipo de patología.

Entre las protrusiones más habituales se encuentran las hernias, que consisten en la salida de un tejido o de un órgano fuera de los espacios corporales en los que se encuentran normalmente.

Una hernia puede ser congénita o adquirirse a partir de distintas circunstancias (como un esfuerzo excesivo, el desarrollo de sobrepeso o una lesión de tipo traumático). La protrusión en cuestión puede aparecer en diferentes partes del cuerpo, lo cual permite calificar las hernias de distintas maneras.

La hernia umbilical, por ejemplo, es aquella protrusión que afecta la cavidad abdominal por un problema en el cierre del ombligo. Se trata de un trastorno que debe solucionarse a partir de una intervención quirúrgica.

En el caso de la hernia inguinal, la protrusión también aparece en la cavidad abdominal, aunque está asociada a lo que ocurre en el conducto inguinal.

El desplazamiento de disco o protrusión discal, consiste en un desplazamiento del disco intervertebral que provoca complicaciones neurológicas.

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