Conocida como alcatraz, cala de Etiopía, aro de Etiopía, lirio de agua, flor de pato o flor del jarro, la cala es una planta que procede de un área que se extiende desde Sudáfrica a Malawi. Crece, de manera natural, tanto en zonas pantanosas como en zonas secas. Así que, además de ser bonita, es también una planta muy fuerte.

Es una flor de forma sencilla que se puede utilizar tanto en ramos de flores originales, ramos de novia y decorados de iglesia, como en pequeños bouquets. Al ser una flor tan elegante, también se utiliza en la decoración del hogar y no necesita mucho más que un jarrón para lucir en todo su esplendor.

Lo que hace que la cala sea tan especial es la forma de su espata. Esta espata es, en realidad, un pétalo que emerge serenamente desde el tallo y que envuelve el órgano de la flor (espádice) en forma de espiral. Aunque el color más característico es el blanco, existen muchas más variedades en colores como el rojo, amarillo, rosa, morado, naranja, verde, negro o incluso bicolor.

Son flores esbeltas cuyo tallo puede llegar a medir más de un metro de altura. Por lo general, de cada planta florecen entre 2 y 3 flores.

Las calas se consideran las flores de la pureza y la compasión y representan la belleza, aunque también se considera que da suerte.

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