La rana púrpura (Nasikabatrachus sahyadrensis) es un anuro de unos 7 cm de longitud. Es fácilmente diferenciable de otras ranas por su forma abultada y su cabeza corta, pequeña y desproporcionada con respecto al resto de su cuerpo, que está rematada con una especie de hocico puntiagudo bajo el cual hay una boca de reducida apertura.

Los ojos de la rana púrpura son diminutos, pero se distingue el párpado superior. Carece de maxilares y tímpanos, pero los machos poseen saco vocal. Las hembras, por su parte, son de mayor tamaño corporal.

Su piel es lisa, brillante y oscura, de un tono entre marrón y púrpura, que va clareando en la zona del estómago.

Las patas delanteras y traseras son cortísimas, pero están bien adaptadas para excavar fosas. Al igual que otras ranas excavadoras, la estructura craneal está osificada y el esqueleto es fuerte.

Suele hacer sus madrigueras cerca de riachuelos y arroyos, siempre en zonas boscosas alejadas de áreas abiertas. Bajo tierra se alimenta de insectos, especialmente termitas. Cuando más tiempo pasa fuera de su refugio es durante la época de reproducción, en la que los machos emiten unos sonidos muy característicos para atraer a las hembras.

Esta inusual rana solo se puede encontrar en un área muy delimitada del sur de la India, a altitudes entre 850 y 1000 m. Está en peligro de extinción por la destrucción y perturbación de su hábitat debido a los cultivos, al cambio climático y a su captura para medicinas y mercado de mascotas.

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