El túnel Queensway es un túnel de carretera bajo el río Mersey, en el noroeste de Inglaterra, entre Liverpool y Birkenhead.

A nivel local, se le suele denominar túnel de Birkenhead u Old Tunnel («Túnel Viejo»), para distinguirlo del más nuevo, el túnel de Kingsway (1971), que da servicio a Wallasey y al tráfico de la autopista M53.

Se excavaron más de 1,2 millones de toneladas de roca, grava y arcilla; parte de ellas se utilizaron para construir el paseo de Otterspool. De los 1700 hombres que trabajaron en el túnel durante los nueve años de su construcción, 17 murieron.

En el momento de su inauguración era el túnel de carretera más largo del mundo, título que mantuvo durante 14 años hasta la apertura del túnel de Vielha en Cataluña (España) en 1948, aunque seguía siendo el túnel submarino más largo a partir de 1955.

El túnel, que costó un total de 8 millones de libras, fue inaugurado el 18 de julio de 1934 por el rey Jorge V; la ceremonia de apertura fue presenciada por 200 000 personas.

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