Según la RAE, la patilla es la "porción de pelo, más marcado en los hombres, que crece a ambos lados de la cara por delante de las orejas".

Las variaciones de patillas apenas se restringen a cualquier tipo de longitud o forma particular y pueden encontrarse un gran número de variaciones a lo largo de la historia. Las patillas pueden ser finas o anchas; voluptuosas o recortadas; bien aligeradas, abundantes o con un límite; y a media oreja o largas hasta la mandíbula. Otras patillas se convierten en prolongaciones del bigote.

Las patillas se puede usar conjuntamente con otros estilos de vello facial, tales como el bigote o la perilla, pero una vez que se extiendan de oído a oído por la barbilla dejan de ser patillas para convertirse en una barba sin bigote denominada sotabarba.

Las patillas están presentes en la historia desde la antigüedad. Así, por ejemplo, Alejandro Magno era ya retratado en mosaicos con ellas. Después del período de afeitado total del siglo XVIII, las patillas así como las barbas comenzaron a obtener popularidad a comienzos del siglo XIX, una tendencia que finalmente se extendió a Japón. Las patillas del siglo XIX eran a menudo mucho más extravagantes que las conocidas hoy en día. Como con las barbas, las patillas pasaron rápidamente de moda a comienzos del siglo XX pero hicieron una reaparición en los años 50 hasta los años 70 entre la generación más joven.

Las patillas gozan hoy de un nivel intermedio de popularidad.

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