Un descapotable (también llamado convertible o cabriolé) es un tipo de carrocería de automóvil sin techo o cuyo techo puede o bien quitarse o bien plegarse y guardarse en el maletero. Este techo, denominado capota, puede ser de vinilo, tela, plástico o de metal; se suele denominar popularmente cabrio y en ocasiones se denomina erróneamente coupé debido al marketing que llevaron a cabo los fabricantes de automóviles cuando comenzaron a juntar las denominaciones coupé-cabriolet para referirse a los descapotables conformados con techo metálico.

Peugeot presentó en el Salón de París el primer coche convertible de la historia en 1934. La marca francesa fue pionera en este mercado hasta entonces inexistente, puesto que nadie ofrecía por aquellas un coche con las mismas características que un descapotable pero sin sus inconvenientes.

La tecnología que desarrolló Peugeot se denominó Eclipse, y permitía retraer el techo y recogerlo en el portaequipajes trasero mediante un mando eléctrico. Como base para montar esta novedosa tecnología, la marca francesa tomó el Peugeot 401.

Los responsables de esta tecnología, y por tanto del primer coupé-cabriolet de la historia, fueron un dentista y un carrocero. Georges Paulin, a pesar de su profesión como dentista y miembro de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, también era un amante de los coches, y un obseso de la aerodinámica. Junto con el carrocero Marcel Pourtout, creó un coche histórico.

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