El sulfato de calcio hidratado es más conocido como yeso. Este mineral, cocido a altas temperaturas permite hacer el yeso que se usa en la construcción para hacer moldes, esculturas, etc.

Es uno de los materiales más antiguos utilizados por el hombre. Ya en el Neolítico se lo utilizaba para sellar juntas, en el Antiguo Egipto lo usaban como revestimiento. También lo utilizaron los griegos, los persas, los romanos, los olmecas, entre otros.

En estado natural contiene un 21% de agua. De acuerdo al uso al que va a ser destinado varía la temperatura a la que se lo calienta. Por ejemplo: 107–200 °C para yeso comercial para estuco, 1000–1400 °C: yeso hidráulico con mayor proporción de cal libre y fraguado más rápido.

Actualmente se lo utiliza en construcción como pasta para revestimientos, enlucidos y revoques, como sellador de juntas, como paneles para tabiques y escayolados para techos, como aislante térmico, pues el yeso es mal conductor del calor y la electricidad. También se lo utiliza en la preparación de superficies de soporte para la pintura artística al fresco

En Odontología, para confeccionar moldes de dentaduras, en Medicina en forma de férula para inmovilizar un hueso y facilitar la regeneración ósea en una fractura y muchos otros uso más

Además, el sulfato de calcio disuelto en agua le baja el pH, este efecto tiene una gran utilidad cuando se elabora cerveza, pues le reduce el pH del mosto. Esto es útil para darle el sabor adecuado.

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