Se denomina solenoide a la bobina que, por su diseño genera un campo magnético de gran intensidad, esta bobina de forma cilíndrica, cuenta con un hilo conductor que está enrollado de forma tal que la corriente provoca la formación de un campo magnético intenso, cabe mencionar que en su etimología encontramos la unión de dos términos de origen griego que pueden traducirse como “en forma tubo” al cual se le da el nombre de solenoide.

A través del hilo conductor del solenoide circula la corriente y se genera el campo magnético, mientras más extensa sea la bobina, más uniforme resulta el campo en su interior, de acuerdo al núcleo, el solenoide puede actuar como electroimán.

El solenoide se emplea en una clase de imán que recibe el nombre de válvula solenoide. La apertura y el cierre de estas válvulas se producen por pulsos eléctricos y pueden controlarse, en ciertos casos por medio de un programa.

Podemos encontrar solenoides en los automóviles, el solenoide de arranque del vehículo cuando se gira la llave, se acopla al motor de arranque a través de un eje y logra generar el movimiento necesario para que el motor gire.

El físico y matemático de origen francés André Marie Ampère, que nació a finales del siglo XVIII y vivió hasta mediados del XIX, fue la primera persona en acuñar el término solenoide, y lo hizo en el año 1820, en ese entonces se encontraba trabajando en un experimento que tenía como tema principal las corrientes circulares.

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