A mediados de la década de 1960 la Unión Soviética puso en marcha su plan de Explosiones Nucleares para la Economía Nacional, un programa para la investigación del uso de armas nucleares con fines pacíficos.

Hasta 1989 se llevaron a cabo más de 150 detonaciones nucleares, 39 para buscar nuevos depósitos de gas natural, 25 para intensificar la extracción petrolífera, 22 para crear depósitos subterráneos de gas natural, y el resto para realizar investigaciones sobre la difusión de la radiactividad y otros objetivos menores, como las 4 realizadas para crear canales y presas.

Una de estas fue la prueba Chagan realizada en Kazajistán, que en realidad fue la primera y la más potente de todas las detonaciones del programa, realizada el 15 de enero de 1965 en Semipalatinsk.

Se colocó un artefacto nuclear de 140 kilotones a 178 metros de profundidad en el cauce del río Chagan, el borde del cráter resultante haría las veces de presa durante las crecidas.

El cráter que produjo la detonación tiene 400 m de diámetro y 100 de profundidad, el borde se eleva, según las zonas, entre 20 y 38 m, y un fondo formado por una sustancia vidriosa, al derretirse la roca por la explosión.

Luego se construyó un canal que permite al agua del río entrar al cráter, lo que dio lugar a la formación del Lago Chagan.

El agua del lago aún es radiactiva, con unos niveles que están unas 100 veces por encima del nivel permitido en el agua potable. Posee un volumen aproximado de 10 millones de metros cúbicos.

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