La queratina es una proteína, cuya función principal es proteger las células epiteliales, siendo además un elemento fundamental en la formación de la capa más externa de la piel. También es un componente básico del pelo y las uñas, así como de otras partes del cuerpo como la lengua o el paladar, a los que dota de fuerza y resistencia.

En la naturaleza sólo se conoce otra materia biológica que pueda asemejarse a la queratina en cuanto a dureza, la quitina.

Existen dos tipos de queratina según sus diferentes estructuras y componentes. La queratina alfa tiene en su composición restos de cisteína que constituyen puentes de disulfuro. Son estos puentes los que le otorgan dureza. Este tipo de queratina es común en los cuernos de los animales y en sus uñas.

Por el contrario, entre los componentes de la queratina beta no se encuentra la cisteína y por tanto no hay puentes de disulfuro. Además, a diferencia del tipo anterior, esta queratina es inextensible. La queratina beta es el componente esencial de las telas de araña.

La forma más sencilla de aumentar la producción de queratina es consumiendo alimentos con un alto contenido en esta proteína.

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