El monocarpismo es una estrategia reproductiva de un gran número de plantas en donde solo existe un ciclo reproductivo, la aparición de flores y fructificación ocurre una sola vez en su vida.

La aparición de flores y frutos en plantas monocárpicas provocan cambios morfológicos y fisiológicos muy notables como, por ejemplo: un crecimiento anormal de los tallos o flores.

Realmente estas plantas no mueren por desarrollar las flores, sino por desviar todos los recursos en la formación de frutos y semillas. Después de totalmente desarrollados los frutos, la planta no absorberá más agua ni nutrientes desde las raíces y morirá de forma súbita o gradual.

Al poseer un solo ciclo biológico generalmente viven un gran número de años antes de formar las flores. Existen especies capaces de vivir más de 40 años antes de morir.

La principal desventaja de esta estrategia reproductiva es la formación de semillas una sola vez en su vida; que reduce drásticamente la formación de descendencia en comparación con plantas policárpicas (florecen y producen semillas varias veces a lo largo de su ciclo de vida).

No se debe confundir monocarpismo con semelparidad, esta última hace referencia a un único episodio reproductivo antes de morir en cualquier ser vivo, no solo plantas. Mientras que la iteroparidad es todo lo contrario (múltiples ciclos reproductivos en el curso de la vida).

Ejemplos de plantas monocárpicas: Agave, Puya, Palma de Ceilán, algunas suculentas y muchos bambúes.

Más información: es.wikipedia.org