"A buen hambre no hay pan duro" es un dicho popular que significa que cuando se tiene hambre, cualquier alimento disponible es bienvenido, incluso si no es de la mejor calidad. Esta frase se utiliza comúnmente para expresar gratitud por la comida o para mostrar que uno es capaz de adaptarse a las circunstancias adversas. En un sentido más amplio, cuando se tiene necesidad, no se pone reparo alguno.

El origen exacto de la frase es desconocido, pero se sabe que se utiliza desde hace varios siglos en el idioma español.

El dicho también tiene una variante en otros idiomas, como el inglés ("Beggars can't be choosers"), el francés ("À la faim, il n'est pas de mauvais pain") y el portugués ("A fome é o melhor tempero"), lo que sugiere que la idea de que la comida sabe mejor cuando se tiene hambre es universal.

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