Asiria era la región ubicada en el antiguo Oriente Próximo, y toma su nombre de su ciudad principal Assur. El imperio asirio tuvo su origen en la ciudad de Assur, lugar que habitaban los mercaderes que comerciaban con Anatolia, afluencia que generó el crecimiento y prosperidad de la ciudad.

En sus orígenes, los asirios eran un pueblo semita que hablaba y escribía acadio, hasta que se popularizó el arameo por ser más sencillo de emplear.

Una interpretación de ciertos pasajes bíblicos del libro del Génesis asevera que Assur se fundó después del diluvio por un hombre llamado Assur, hijo de Sem, hijo de Noé, quien más tarde procedió a erigir otras importantes ciudades asirias.

Otra versión es que en algún momento del III milenio a.C. la ciudad se bautizó como Assur en honor a la deidad de igual nombre, que además dio origen al término Asiria.

La ciudad de Assur era el hogar de una comunidad de comerciantes, conocida principalmente por las más de 20 000 tablillas exhumadas en las residencias de su establecimiento comercial situado en la ciudad de Kanesh, en Capadocia.

Así se sabe que los comerciantes de Assur mantuvieron una red comercial muy extensa, contando con varias factorías en Anatolia. Este comercio floreció a lo largo del siglo XIX a. C., se detuvo al comienzo del siglo XVIII a. C., antes de reanudarse momentáneamente, y finalmente desaparecer durante las guerras que enfrentaron a los reinos antiguos de Anatolia.

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