Antonio Gaudí utilizo la maqueta mostrada, para determinar la curvas catenarias a las que estarían sometidas las columnas y cúpula de la Iglesia de la colonia Güell, bajo encargo de su amigo y mecenas Eusebi Güell. Para su construcción utilizo hilo y bolsas que contenias pedaceria de plomo; con las que simulaba los pesos a soportar por las mismas, en las diferentes posiciones donde se aplicarían. Con este método, pudo obtener la geometría a escala de las formas de columnas y bóvedas, asegurando durante la construcción; ausencia de problemas estructurales. La maqueta fue fabricada a escala 1:10, con lo cual después de verificar dimensiones en la maqueta, realizaba dibujos para soportar la construcción de la obra.

En 1890 realizó por encargo fuera de Cataluña, el Palacio Episcopal de Astorga y La Casa Botines en León; posteriormente le fue requerido construir las Misiones Católicas tanto en Málaga como en Tánger por el 2do Marqués de Comillas, pero nunca se concretó este trabajo. Para 1883 fue cuando acepto hacerse cargo de la construcción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, rediseñando completamente el concepto inicial y aplicando en la construcción, diversas formas geométricas tales como: hiperboloide, helicoide y conoide; así mismo tomando referencia a la naturaleza, concibió el interior con columnas arborescentes.

La maqueta se presenta en el Museo de la Sagrada Familia.

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