Josef Mengele conocido como “el ángel de la muerte” llevó a cabo durante el Tercer Reich nazi espeluznantes experimentos con humanos, la mayoría de ellos gitanos o judíos. Pues bien, tuvo su homólogo japonés.

Shiro Ishii, el “Mengele nipón”, nació en Shibayama, Prefectura de Chiba, 25 de junio de 1892. Fue un médico especialista en microbiología que estaba al frente de la Unidad 731, destinada a la experimentación con humanos y situada en la China ocupada

Allí se llevaron a cabo todo tipo de atrocidades con prisioneros chinos: congelaciones, vivisecciones, reimplantaciones de miembros al revés, amputaciones...

En total se calcula que unas 10.000 personas fueron utilizadas en los sádicos experimentos del deleznable Shiro Ishii, entre los que se incluían niños y mujeres, por supuesto. Incluso llegaron a realizar pruebas de cólera, peste bubónica y ántrax entre los campesinos para observar la evolución de las enfermedades.

Tras la derrota del país asiático en la guerra, Shiro Ishii, no fue procesado; obtuvo la inmunidad a cambio de proporcionar información que había recopilado a lo largo de los años, de modo que ni siquiera fue juzgado por sus terribles crímenes.

Después de años de barbarie al servicio de la milicia japonesa se rehabilitó de alguna manera. Abrió una clínica en la que atendió a sus pacientes gratuitamente, llegando incluso a convertirse al cristianismo. Murió el 9 de octubre de 1959 en Tokio.

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